Que todas las lágrimas derramadas sean de felicidad y que os salgan agujetas de tanto reír.

Cierro la ventana, bajo la persiana, corro la cortina y me meto en la cama. Tengo frío. Me levanto, me pongo el pijama de felpa y no hay manera. Me coloco los calcetines de lana, los guantes, la bufanda escocesa y nada. Saco del armario la manta que traje del pueblo de mi abuela y que no. Me tapo hasta el cuello y me acurruco y tampoco. Me meto la bolsa de agua caliente en forma de gato entre los pies y ni así. Me tomo un colacao calentito pero no hace efecto. Joder, qué falta me haces.

Últimamente me pasan cosas muy raras. Mi jefe me ha impuesto una becaria que tiene un acento catalán tan, pero tan fortísimo que pensaba que era extranjera y me meo de la risa con ella. La beca dura una semana. Me aburren los programas de corazón, me duermo con ellos y no me importa nada la vida de Norma Duval. Pongo hojas de reclamación a diestro y siniestro, con lo tranquilo que soy yo. La plaza a la que oposité el lunes estaba ya vendida a una amiga mía a la que no creía capaz. Y he soñado que me comía un dátil envuelto en bacon y que me daba cuenta de que era carne demasiado tarde. Creo que se avecina algo.

No quiero olvidar eso que me dijiste una vez. Porque fue sincero y los ojos te brillaban tanto que tuve que cerrar los míos. No sé si será lo más bonito, la gente dice muchas cosas bonitas. Nos dormimos mirando hacia el mismo lado y la luna se giró para no interrumpir. Cuando uno va montado en un elefante todo parece posible.

El chico tenía tal mal karma que no podía salir de casa sin que algo le sucediera. Tiraba copas por los bares y sus hamburguesas acababan siempre esparcidas por su cara decorada con ketchup y un toque de mostaza. Una noche pisó la única mierda que había en la calle, justo en la puerta de su casa y tuvo que entrar descalzo para no manchar el parquet. Perdía las maletas en los aviones y le robaban el equipaje de mano. El peluquero lo odiaba y ensayaba con él. Y las putas lo conocían como "aquel".

Si, ya sé que hace un mes que me mandaste el mail para que hiciera la previsión de costes de mi servicio para el 2004, y si no lo he hecho no es porque no me haya dado la gana, sino porque tengo miles de cosas importantes que hacer. Y si quieres, te hago un informe con la lista de tareas que no me corresponden hacer, que si he hecho, ok?

Estaría más tranquilo y estoy seguro de que España iría mucho mejor si hubieran 96 plazas y 1 aspirante y no al revés. Ya no sé ni la diferencia entre la Constitución y un parque natural.

Llevo un tiempo observando la publicidad que sale encima del cartel de “Mi padre no lo sabe”. Si yo estoy delgado, meo estupendamente, me gusta mi trabajo, mis regalos suelen sorprender, las hemorroides no las conozco y no tengo el gusto de las vacas, me gustaría saber por qué me ofrezcen una solución para el sobrepeso, bolsas para orina, trabajar desde casa, regalar una estrella, una crema para las hemorroides, soluciones rápidas y eficaces para calmar la ansiedad, comprar artículos taurinos... Lo de la ansiedad lo entiendo, pero que sea "rápido y eficaz" me hace desconfiar.

Eres tan orgulloso que la maceta que rompiste estaba mal diseñada. Tan moderno que tus gafas no son bonitas, son super-cool. Tan selecto que si el té no es con anís estrellado, no hay té que valga y tan internacional que necesitas estudiar swahili. Eres tan creído que, como decía Carly Simon, apuesto a que piensas que esta canción es para ti.

Mis glóbulos rojos están a medio llenar. Dice el médico que no pasa nada, que como hago mucho deporte y soy vegetariano es normal que esté bajo de hierro. Que coma sopa de mijo, algas, lentejas, espinacas y todo aquello que deje a mis hematíes saciados. También ha puesto la puntilla de que no pasa nada por comer un poco de carne y le he comentado el caso de Armin Meiwes. Creo que no le ha hecho gracia.

Me duele la garganta. Tengo mareos extraños y el primero que ose a gritar se queda sin cabeza. Fiebre creo que no, pero tampoco hace falta. La música está parada hoy, y eso que tengo material muy interesante recién salido del horno. Tengo faringitis después de tanto tiempo, así que voy a tomarme una aspirina francesa con vitamina C de las que me dio ayer la pija de tu amiga.

Ayer, después de estar más de dos horas haciendo fotocopias de informes técnicos a presentar en el ayuntamiento, llegué a la conclusión de que mi ironía no es fácilmente entendible. Joder, dadme lo que sea que lo fotocopio a doble cara. Y Manolo me dio su DNI.

Llegué a mi primera junta de vecinos puntual, como siempre. Sólo había llegado Marisa, la de la puerta 2, que me pareció un poco tímida. Poco a poco fue llegando la gente: Maruja, Juan Carlos, Carmen, Pepa, Isa y el supermacho de su marido...
- Hola, soy Bohdi, de la puerta 10, soy nuevo. Si, el de la gata.
- Ah, bueno, pues bienvenido. Si os parece, empezamos por nombrar al nuevo presidente de la comunidad, que este año le toca a.... vamos a ver... la puerta 10.

Anoche mientras cantabas en el cuchitril ese al que nunca voy, me diste pena. Pena porque tus canciones no las entendía casi nadie. Tú ibas con ese traje que te pusiste en tu debut y que nunca quisiste cambiar porque te venía como un guante, el de super-estrella. Y mientras yo me emocionaba con cada palabra y cada melodía, la gente se iba a la barra a olvidar. Y no querrás admitirlo, pero me miraste de reojo sin esconder un poco de cariño, como aquella vez que te vi comprando agua. Evian, por supuesto.

A los buenos no les preguntan las cosas porque son buenos. A los buenos se les lleva a sitios buenos, o eso dicen. A los buenos nadie le cuenta nada porque total, son buenos. A los buenos, como son buenos, no se les piden cosas porque ya te las han dado. Los buenos no se enfadan, sólo ponen morros, porque si se enfadan ya no son buenos. Los buenos, si tontos, dos veces buenos.