Mi cabeza está tan desastrada como la mesa de mi despacho donde están todos los papeles pero quién sabe dónde. Me preocupa volverle a mandar al jefe un mail por error como el de la otra vez, el de "mis sábanas aún guardan tu calor".
Ayer fue el cumpleaños de mi yaya y después de comer con ella y regalarle un camisón que calificó como demasiado bonito para mí , tuve que llamarla a las 10 de la noche para felicitarla.
Dedicado a la memoria de Guillermo Senent Pallarola, asesinado el 11 de marzo de 2004.
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