Espere, espere un momento... Le estoy diciendo que si, que tengo el aire acondicionado estropeado y que estaré en casa a las 6 de la tarde en punto, pero que no puede venir a echarle un vistazo ahora porque trabajo... como comprenderá no voy a dejarlo todo para que venga usted y me diga “uy, si, no funciona... mañana vengo con las piezas que hay que cambiar” y me toque estar dos días tocándome las pelotas en casa. Y menos si me llama con 5 minutos de antelación un lunes a las 8.30 a.m. cuando acabo de llegar al despacho que está a 70 kilómetro de mi casa... ¡Y deje de hablarme como si me estuviera salvando la vida que yo con un abanico soy feliz eh!

Dedicado a la memoria de Juan Francisco Pastor Pérez, asesinado el 11 de marzo de 2004.