Y la falsa sobrina del concejal firmó su contrato de prácticas al día siguiente de que la empresa recibiera una llamada del intocable, sin pensar que podrían haber más chicas de ese pueblecito interesadas en tan respetada mercantil. Para un simple técnico como el que escribe, descubrir el ridículo hecho por el cretino de su compañero de trabajo cuatro meses después de que la ya licenciada acabara de trabajar allí, fue toda una satisfacción.
Dedicado a la memoria de Javier Mengíbar Jiménez, asesinado el 11 de marzo de 2004.
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