Hoy, en plena crisis laboral y con faringitis, no me apetecía postear. Tampoco había nada interesante que decir, lo cual últimamente es la norma en esta casa. Pero claro, llega Fraga, abre su boquita y todo cambia. Este es un claro ejemplo de funcionar al revés: pasar de tener los oídos sordos ante palabras necias a decirle a este personaje que se le va la olla. No, no es correcto, no se le va la olla porque sabe exactamente lo que dice, que es lo que piensa, que es cómo actúan sus compañeros de partido. Lamentable.
Dedicado a la memoria de Ana Martín Fernández, asesinada el 11 de marzo de 2004.
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