Es la segunda vez desde que trabajo en esta empresa que se nos inundan los despachos. En esta ocasión ha sido peor que en octubre de 2000. 63 centímetros de agua y papeles, papeleras, informes, cajones, bolígrafos, cajas de cartón... todo flotando. Lo más sorprendente ha sido descubrir que la nevera del laboratorio también flota. Y que servidor es capaz de coger sacos de 25 kilos de arena para hacer un dique. Definitivamente, el verano ha acabado.
MI PADRE NO LO SABE
Segunda versión de este blog que no pretende más que dar rienda suelta a mis pensamientos, vivencias y ocurrencias de última hora. Por supuesto, tod@s invitados. Y no... mi padre no lo sabe.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home