Si pudiera vivir otra vez, adoptaría el hábito de rodearme todas las noches de pensamientos sobre la muerte. Practicaría, por así decirlo, el recuerdo de la muerte. No existe otra práctica que intensifique tanto la vida. Cuando la muerte se acerque, no debe cogernos por sorpresa. Debe formar parte de la expectativa total de la vida. Sin una sensación eternamente presente de la muerte, la vida es insípida. Sería lo mismo que vivir de la clara del huevo.
Muriel Spark.
Dedicado a la memoria de María Pilar Gámiz Torres, asesinada el 11 de marzo de 2004.
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