Ya no sabían de qué hablar y él esperaba mas información aunque nunca hubiera preguntado. No había llegado sin avisar para dar la noticia, ni por casualidad. No creía en las casualidades. Ni en las visitas porque sí. Ya prácticamente en nada. El calor de septiembre volvió cuando se dio cuenta de que no servía de nada hablar con alguien que ya no estaba, que había desaparecido hacía ya casi dos años. Pagó el café y volvió a casa a seguir escuchando a Mayte Martín.
Dedicado a la memoria de Esteban Martín de Benito Caboblanco, asesinado el 11 de marzo de 2004.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home