No me gusta que me engañen. Hay gente a la que le da igual, se calla y punto pelota. Pero yo no me callo. El sábado fui engañado una vez más en una discoteca valenciana. Si yo pido un Cutty Shark con Red Bull, no quiero que me sirvan matarratas que me haga estar en la cama 2 días retorciéndome de dolor. Con permiso, tengo que ir a vomitar.