Acabo de volver a 1997, a Barcelona. A una noche de concierto increíble acompañado de casi 75000 personas. A verme de nuevo con el pelo largo pero más oscuro y cara de crío, a reírme de mi sombra y de tu novio, a subirte a los hombros y a beber martini caliente de una botella de plástico. Me he dado cuenta de que no sirve de nada.
MI PADRE NO LO SABE
Segunda versión de este blog que no pretende más que dar rienda suelta a mis pensamientos, vivencias y ocurrencias de última hora. Por supuesto, tod@s invitados. Y no... mi padre no lo sabe.
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