La cárcel de la ingenuidad es una condena que sólo conocen los castigados. Cuando asoman la cabeza por los barrotes les golpean los malos pensamientos y cuando se les pasa el dolor, las paredes les pintan la cara de colores y les ponen narices rojas.
MI PADRE NO LO SABE
Segunda versión de este blog que no pretende más que dar rienda suelta a mis pensamientos, vivencias y ocurrencias de última hora. Por supuesto, tod@s invitados. Y no... mi padre no lo sabe.
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